Imagina que vas manejando tu auto y de pronto se prende una lucecita en el tablero indicando que tu motor trae niveles muy bajos de aceite, abres la guantera y sacas una hoja con etiquetas adheribles, tomas una y la pones encima de la luz prendida en el tablero. ¿Dirías que el problema está solucionado?
Esto es precisamente lo que hacemos muchas veces cuando se presentan emociones que no nos gustan mucho, les ponemos una pequeña etiqueta encima para no verlas, para no sentirlas, para poder continuar, fingiendo que no están ocurriendo.
Pero date cuenta que la información que estamos decidiendo no ver, esa información que estamos omitiendo puede ser muy importante.
Las emociones son una parte de la experiencia de ser humanos, aunque algunas no nos gusten, todas son importantes. Algo que podría ayudar a relacionarnos mejor con ellas es entender que las emociones sólo son piezas de información, es decir son como mensajeros. Puede ser que el mensaje no me gusta mucho pero no es culpa del mensajero, puede ser que el mensaje me guste, pero tampoco el mensajero es la causa.
Prestar atención y estar abiertos a las emociones es muy importante porque podremos notar lo que está ocurriendo en nuestro cuerpo, podremos utilizar dicha información para hacer ajustes, para poder adaptarnos al cambio, para atender mejor nuestras necesidades y en última instancia para conocernos mejor.
Los mensajes
Las emociones normalmente traen un mensaje importante. Por ejemplo:
- Miedo: hay que cuidarnos de algún peligro o amenaza.
- Enojo: hay una situación que no me agrada porque se están cruzando ciertos límites.
- Tristeza o pérdida: hay dolor por perder algo que es o era muy importante para mí.
- Soledad: necesito contacto o conexión social, necesito apoyo de otros.
- Celos: no quiero perder el cariño de alguien que me importa mucho y al que le he dedicado bastante.
- Envidia: eso que veo en la otra persona refleja algo valioso e importante para mí.
- Alegría: me gusta mucho lo que está ocurriendo y quiero compartirlo con otros.
La pequeña etiqueta que ponemos en el tablero para no ver la señal, se manifiesta de muy diversas maneras, puede ser alcohol, cigarros, compras, videojuegos, redes sociales, en pocas palabras: evitación; conducta que nos lleva a cancelar citas, evitar entrevistas y reuniones con amigos o familiares.
Es importante que nos demos cuenta que si acostumbramos evitar la información que nos traen las emociones, también estamos evitando sentir y darnos cuenta cuando llega el placer, el gozo y la alegría. Esto sería el equivalente a romper la antena de mi radio porque no me gusta escuchar información relativa a la ansiedad, al miedo o a la tristeza, pero esto también impide poder sintonizar la alegría y el gozo.
Recordemos que para que las ondas se propaguen en el espacio necesitan subir y bajar, si no dejamos que bajen en nuestro afán de sentirnos bien, de evitar el dolor, entonces la onda no podrá subir, por lo que nuestro esfuerzo por no sentir emociones desagradables va disminuyendo nuestra capacidad de sentir emociones placenteras.
La vida normal de un ser humano incluye un rango muy variado de emociones, no hay buenas ni malas, no hay correctas ni incorrectas, ni siquiera hay emociones positivas y negativas. Sólo son emociones. Son piezas de información relevante que conviene escuchar si queremos adaptarnos a la vida.
Pasos para aprender a escuchar
Mis sugerencias para poder vivirlas mejor son las siguientes:
- Permite la emoción, siéntela.
- Observa con curiosidad, ¿dónde se siente?
- Escucha su mensaje, ¿qué me está diciendo? ¿Es importante, es útil?
- No te aferres a una emoción, es como aferrarse a un día soleado.
- No evites la emoción, es tan útil como poner una etiqueta en el tablero del carro.
- Deja que fluya a través de ti, aprende observarla y dejar que pase.
Entiendo que a veces las emociones sean muy intensas y dolorosas y que no quieras sentirlas, pero recuerda que todas las emociones se autolimitan, es decir, no tienes que hacer nada en particular, todas van a terminar, todas van a pasar y tú eres más fuerte que esa emoción.
Si necesitas más ayuda en este tema de las emociones, puedes buscarme o contactar con un profesional de la salud mental.
Si quieres aprender sobre la aceptación para la regulación emocional, lee aquí.