Es muy común escuchar historias o anécdotas en las que una persona se enfrenta a un reto o un problema difícil de resolver, al cual le ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo sin lograr resolverlo, cuando de pronto se decide a tomar un descanso, salir a caminar, tomar una siesta y es en ese momento cuando la solución surge. No se trata de algo mágico, ni de una respuesta caída del cielo. La respuesta más sencilla es que la persona se distanció un poco del problema, permitiéndole ver con mayor claridad la respuesta.
Piensa cuando estamos tratando de resolver un rompecabezas, tenemos todas las piezas de cartón sobre la mesa y nuestra capacidad de ir resolviendo gradualmente el rompecabezas se deriva de la perspectiva que tenemos, de la distancia desde la cual observamos las piezas. Por lo que, si nosotros tuviéramos sólo dos dimensiones, es decir si fuéramos planos, no podríamos resolver ningún rompecabezas.
Entonces, la distancia respecto a lo que observamos puede ayudarnos a comprender y resolver distintos problemas. Pero, ¿qué sucede cuando el problema son pensamientos obsesivos y rumiantes?
Los pensamientos obsesivos y rumiantes tienden a ocupar mucho de nuestro tiempo, gastamos energía dándole vueltas a algo que pasó, lo que nos dijeron, lo que respondimos, lo que debieron de haber hecho, lo que debimos de haber dicho, sin llegar a entender mejor la situación, sin llegar a resolver el problema ni sentirnos mejor. Los pensamientos rumiantes tienen un alto costo en malestar emocional y en tiempo perdido, tiempo que pudimos haber usado en algo valioso o importante para nosotros.
Todos hemos aprendido a observar desde nuestro punto de vista, algunos le llamamos ego, yo, persona, simplemente se trata de una función de la mente para darle coherencia a nuestra experiencia. Lo que a muchos nos hace falta aprender y desarrollar es la capacidad de aumentar nuestra perspectiva, es decir, distanciarnos de aquello que estamos observando.
El no tener esta perspectiva desarrollada hace que observemos el mundo de una manera limitada, imagina que pones tu dedo índice a 2 cm de tu ojo, el dedo es un pensamiento que visto a esa corta distancia nos distorsiona y bloquea una gran parte de la realidad. Si pudiéramos distanciarnos de ese pensamiento podríamos observar ese pensamiento y la realidad con una mayor claridad, entendimiento y una mejor capacidad de tomar decisiones. Lo mismo pasa si tomas una foto y la acercas a 1 cm de tu ojo, lo que puedes observar y describir no es lo mismo que si la observas a 40 cm de distancia.
Psicológicamente podemos generar distancia de nuestros propios pensamientos, de seguro ya lo has hecho sin ponerle ese nombre, pero obteniendo sus beneficios. Por ejemplo, cuando nos sentimos preocupados o abrumados y decidimos escribir lo que estamos pensando en una hoja, en un diario. Otro ejemplo, cuando buscamos a alguien para platicar y ese alguien nos ayuda entender desde otra perspectiva, con suerte, una perspectiva más amplia.
Te comparto 3 ideas para poder generar una mayor perspectiva o distancia psicológica:
- En lugar de decir: “soy un inútil” o “pienso que soy un inútil”, vamos a generar mayor distancia de dichos pensamientos, al identificarlos y describir el proceso de pensar, por ejemplo: “estoy teniendo el pensamiento que soy un inútil” “estoy notando que estoy teniendo el pensamiento que soy un inútil” “otra vez, estoy notando que estoy teniendo el pensamiento que soy un inútil”.
- En lugar de decir “¿por qué me enojé tanto con María?”, Vamos a usar la tercera persona con nosotros mismos, “¿por qué se enojó tanto Víctor con María?”, Como si fuéramos otra persona observando la reacción del enojo.
- Toma distancia en el tiempo y el espacio, aléjate del lugar o de la persona con la que surgen estos pensamientos rumiantes, sal a caminar, haz ejercicio, resuelve un crucigrama. El ocupar nuestra atención y nuestros recursos psicológicos en algo distinto al tema que estamos rumiando nos dará un descanso y con la distancia sabremos responder de mejor manera
Espero que estas ideas te ayuden a lidiar mejor con pensamientos rumiantes y estresantes. Platícame cómo te va con ellas y comparte lo que te ha funcionado.